• El cáncer infantil es curable hasta en un 80 por ciento
• La detección oportuna salva vidas
La Oficina de Representación Quintana Roo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda estar alerta en los niños recién nacidos y hasta los 15 años de edad, que presenten fiebre recurrente, baja de peso, pérdida de apetito, sudoraciones y/o dolores musculares u óseos, ya que éstos pueden ser síntomas de cáncer infantil.
La médica oncóloga adscrita al Hospital General Regional (HGR) No. 17, doctora Norma Andrea Vargas Meléndez, explicó que el cáncer en los niños es curable hasta en un 80 por ciento, lo que quiere decir que tiene un porcentaje de sobrevida muy alto cuando se detecta tempranamente y se otorga el tratamiento correcto y oportuno.
Detalló que los tipos más frecuentes de cáncer infantil son diferentes al cáncer del adulto. En niños el más frecuente es la leucemia, que es el cáncer que se origina en las células de la médula ósea, las cuales se encargan de la producción de las células elementales de la sangre.
En segundo lugar se encuentran los linfomas, que se originan de las células inmunes y pueden ser también del sistema nervioso central.
Agregó que “un cáncer muy característico de los niños es el retinoblastoma, que es un cáncer ocular que se aloja en la parte posterior del ojo, específicamente en la retina, y tiene un signo muy característico: la pupila blanca. Por ejemplo, cuando toman fotografías en las que se ve el reflejo rojo, en estos niños se ve el reflejo blanco”.
La oncóloga explicó que a diferencia del cáncer en los adultos, en donde se sabe que hay factores de riesgo como el tabaquismo, alcohol y hábitos que tienen que ver con el estilo de vida, en los niños no existen factores de riesgo precisos, “entonces, no lo podemos prevenir, es algo impredecible”.
La especialista en oncología agrego que “los signos y síntomas son inespecíficos, lo que origina que el diagnóstico se vuelva más complejo, ya que se puede llegar a confundir con infecciones virales, que son frecuentes en esa categoría de edad”.
Agregó que ahí es donde radica la importancia de que los padres de familia presten atención a síntomas recurrentes: fiebre que se presenta sin alguna infección asociada, sudoraciones nocturnas, pérdida de peso sin explicación, pérdida del apetito, dolores musculares, dolores óseos y cansancio.
También es necesario estar atentos a bolitas en el cuello, en las axilas y en las ingles, las cuales pueden palparse al momento de bañarlos, es ahí donde se alojan los ganglios linfáticos y pueden ser indicadores de una infección cualquiera, pero también de cáncer, por lo que se debe buscar a un médico pediatra para hacer un diagnóstico.
La especialista mencionó que “el cáncer infantil es poco frecuente a nivel mundial, sin embargo, es la principal causa de mortalidad en los niños. Estamos hablando de un 80 por ciento de sobrevida, si se detecta a tiempo y correctamente, significa que el padre de familia tiene una gran labor, de estar al pendiente de sus hijos”, concluyó.